Maharaj Nisargadatta--


El universo entero (Mahadakash) existe sólo en la consciencia (Chidakash), mientras que el Jnani tiene su morada en lo Absoluto (Paramakash). En lo Absoluto —eseidad pura— no hay consciencia de «yo soy» y es anterior a los pensamientos y a las palabras. Luego, sin ninguna razón aparente, de manera espontanea la consciencia se convierte en existencia. En la consciencia el mundo aparece y desaparece. Todo lo que es, es Mí mismo, todo lo que es, es Mío. Antes de todos los comienzos, después de todos los finales, Yo Soy. Acontezca lo que acontezca, Yo debo estar aquí para presenciarlo. Por lo tanto, no es que el mundo no exista, el mundo aparece en la consciencia, la cual es la totalidad de lo conocido en la inmensidad de lo no conocido. Lo que comienza y acaba es mera apariencia. Del mundo puede decirse que aparece pero no que es.
Maharaj nos dice que siempre que un individuo sueña, tiene la experiencia del mundo creándose en la consciencia. Cuando una persona no está plenamente despierta y la consciencia meramente se mueve, entonces sueña; y en su sueño, en esa minúscula mota de consciencia, en una fracción de segundo, se crea un mundo entero exactamente similar al mundo de la vigilia, y en ese mundo se ven la tierra, el sol, colinas y ríos, y gentes —incluido el soñador mismo— comportándose exactamente como en el mundo de la vigilia. Mientras la persona está soñando el mundo del sueño es muy real: sus experiencias —tanto de placer como de dolor— son extremadamente realistas. Pero una vez que se despierta, la totalidad del sueño se sumerge en la consciencia dentro de la cual se originó. «En el estado de vigilia —dice Maharaj—, el mundo emerge debido a la ignorancia (Maya) y nos introduce en un estado de sueño-despierto. Tanto sueño profundo como vigilia son nombres erróneos, pues en ambos usted está sólo soñando; sueña que está despierto o sueña que está dormido. Sólo el Jnani conoce el verdadero despertar y el verdadero dormir. Vea todo como un sueño y permanezca fuera de él... El principal punto que hay que entender es que usted ha proyectado sobre usted mismo un mundo de su propia imaginación, basado en recuerdos, deseos y temores, y que usted se ha apresado a usted mismo en él. Dése usted cuenta de eso, rompa el hechizo y sea libre».
Maharaj resume repetidamente su enseñanza pidiendo a sus oyentes que vayan más allá de sus palabras, «Regrese a su Origen y more en él». El Origen es la Realidad, nuestro verdadero estado, antes de la llegada de la consciencia, cuando no hay necesidades de ningún tipo, el estado antes de la ilusión de los aconteceres: concepción, nacimiento, desarrollo de la vida y, finalmente, la muerte del cuerpo. «Usted» está siempre separado de todo este «acontecer», meramente presenciándolo.
«Saber con una convicción definitiva —dice Maharaj— que usted no está en el cuerpo ni en la mente, aunque es presenciador de ambos, es ya conocerse a sí mismo. La liberación no es una cuestión de adquirir algo, sino una cuestión de fe y de convicción de que usted ha sido siempre libre, y una cuestión de coraje para actuar de acuerdo con esta convicción. No hay nada que cambiar; únicamente cuando la idea misma de cambio se ve como falsa, lo sin cambio puede mostrarse por sí mismo».
El enfoque de las enseñanzas de Maharaj suele sorprender a sus oyentes. Por ejemplo, sobre el tema del amor lo habitual ha sido siempre decir que no puede haber progreso espiritual sin amor hacia los demás. Este planteamiento podría ser fácilmente motivo de frustración para el buscador honesto que sabe que él no ama —ni puede amar— a los demás como a sí mismo. Qué alivio, por lo tanto, oír decir a Maharaj: «Sea sincero con su propio ser real. Ámese a usted mismo absolutamente. No pretenda que usted ama a los demás como a usted mismo. A menos que usted se haya dado cuenta de que los demás son uno con usted mismo, no podrá amarlos. No pretenda ser lo que usted no es, no se niegue a ser lo que usted es. Su amor por los demás es el resultado del autoconocimiento, no su causa».
Y finalmente, qué alentador escuchar a Maharaj decir: «Lo que usted ha aprendido aquí es una semilla. Aparentemente podrá olvidarlo. Pero esa semilla vivirá, y a su debido tiempo brotará, crecerá, y dará flores y frutos. Todo acontecerá por sí mismo. Usted no necesita hacer nada: solamente, no lo impida».
Ramesh S. Balsekar
31 de marzo de 1980



            7 de julio de 1979
           Maharaj: En Nisarga [la naturaleza] todo está sujeto al tiempo, (las estaciones, la siembra, la cosecha, etc.), pero la naturaleza misma no está sujeta al tiempo. La naturaleza no es macho ni hembra. Muchos Avataras vienen y se van, pero la naturaleza no es afectada. La historia de la naturaleza está emanando de todas las impresiones recogidas en su mente después del nacimiento. Mientras usted se aferre a estos recuerdos no habrá ningún conocimiento del Sí mismo. Si usted estudia todo lo que ha acontecido en la naturaleza, como la historia, las grandes vidas, etc., usted no puede realizar su Sí mismo. Usted tiene que ir adentro. Todas las grandes cosas que han acontecido en la naturaleza, por poderosas que sean, sin embargo desaparecen justamente aquí. Estas situaciones aparecen y desaparecen. Esto es en realidad abstracto, lo que es sólido aquí es el conocimiento «yo soy». Lo visto y el veedor desaparecen. Yo digo esto sólo a aquellos que están preparados para escuchar. Todo lo que aparece está obligado a desaparecer. La aparición más grande es el conocimiento «yo soy». Él es invisible antes del nacimiento y después de la muerte del cuerpo, y mientras es visible es una cosa sólida. Muchos grandes sabios han aparecido y han desaparecido debido a la poderosa semilla «yo soy». Cuando el prana deja el cuerpo, el conocimiento no tiene ningún soporte y desaparece, es decir, es invisible.
Lo que estoy exponiendo es muy profundo. Usted puede experimentar a Brahma incluso, pero esa experiencia no permanecerá. Todas las experiencias se deben a la célula «yo soy». Tanto la célula como la experiencia desaparecerán. Incluso el mejor de sus recuerdos se desvanecerá un día. El conocimiento «yo soy» está sujeto al tiempo, todo su conocimiento brota del concepto de que usted es.
Millones de Sabios han venido y han partido. ¿Experimentan actualmente el estado de «yo soy»? Ellos no tuvieron ninguna autoridad para perpetuar su eseidad; su «yo soidad» devino invisible. Los sabios no pueden hacer el más mínimo cambio en el mundo. Todo lo que acontece, acontece.
Interlocutor: Pero Maharaj ha dicho que debido a la existencia de un jnani el mundo es beneficiado.
Mah: Eso se le dijo a un ignorante, a uno que se aferra al cuerpo-mente. Cuando no hay ninguna «yo soidad», ¿qué es lo que usted necesita?
Int: Yo estoy perdido.
Mah: ¿Quién está hablando? ¿A quién?
Int: A mí mismo.
Mah: Si usted (el conocimiento «yo soy») está realmente perdido, ¿cómo conocerá la sensación de estar perdido? Usted está descarriado por los conceptos. Esta semilla infinitesimal contiene el universo. Usted yerra el punto, no me comprende como es debido. Este principio «yo soy», sobre él le estoy hablando una y otra vez.
Encuentre su identidad. Todo lo que aparece va a desaparecer. ¿Qué pueden hacer ahora Roosevelt o Gandhi? En los mismos lugares en los que mandaban han tenido lugar cambios. ¿Por qué no hablan? Cuando el prana deja el cuerpo, ni siquiera los grandes sabios pueden hablar.
Int: En la Gita, Sri Krishna dice que dondequiera que hay calamidad y no hay ningún dharma, él vendrá y restaurará.
Mah: Esto es como las estaciones, el ciclo está aquí. En este ciclo tiene que comprenderse el significado más profundo del Sí mismo. Todas las preguntas acabarán una vez que usted resuelva el enigma de «yo soy».
Int: Algunas veces me siento bueno y otras malo, a veces dichoso, otras deprimido. Yo sé que esto es la mente; los Vedas dicen que la mente nace de la luna y de aquí que cambie.
Mah: Obséquieme, al venir aquí, dejando su mente a un lado. Lo bueno y lo malo están sólo en el reino de la mente. Abandone todo lo que usted obtiene de la mente.
Int: ¿Quién me dice que venga aquí y que esté a sus pies?
Mah: Eso no puede decirse en palabras; usted puede llamarlo como quiera. La luna significa la mente, la mente es como un material líquido pues fluye continuamente. Inocentemente, desapasionadamente, observe el flujo de la mente; no se apropie del flujo de la mente. Sea en el estado de «yo soidad» sin palabras. Usted da significado a las palabras y finalmente las palabras se van; finalmente, todos los perceptibles y los observables entran en el estado no perceptible y no observable. Encuentre eso. Usted comprenderá esto poco a poco y obtendrá la paz y el reposo. Usted no hace nada. Ello acontece. Usted habla sobre el conocimiento; ese conocimiento es lo que usted ha leído y oído de otros. A menos que tenga confianza en su propio Sí mismo, usted tiene que sacar la autoridad de otros, pero yo le hablo desde mi estado real; como yo lo experimento, como yo lo veo, así hablo, sin citar la autoridad de la Gita o del Mahabharata. Cuando usted habla sobre la Gita, debe saber que se refiere a usted, cada palabra de ella se refiere a su propio Sí mismo (de usted).

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